Colocan Primera Piedra de la Iglesia de Sipiza

Con una emotiva ceremonia de Primera Piedra se dio inicio a la reconstrucción de la Iglesia de Sipiza, considerada por quienes conocen la historia del Tamarugal como la madre de las Iglesias pampinas y altiplánicas, idea que se refuerza con lo que comenta don Sixto Llañes Cayo, poblador de la localidad, “antiguamente la Iglesia de Sipiza era lo que hoy es La Tirana, la Iglesia era el centro neurálgico de las comunidades del interior y todos acudían a celebrar la fiesta del Espíritu Santo (fecha acomodable luego de la cuaresma)”.

Colocan Primera Piedra de la Iglesia de Sipiza

27 de junio de 2014

La actividad contó con la presencia de los vecinos del pueblo, además del Intendente Regional Mitchel Cartes, el Obispo de Iquique Monseñor Guillermo Vera, el alcalde de Huara Carlos Silva, el seremi del MOP Sergio García Segura, el Gobernador del Tamarugal Carlos Vila, entre otras autoridades regionales.

La restauración concluirá durante el segundo semestre del próximo año y su inicio de obra fue bendecida por el Obispo Guillermo Vera, quien al realizar el sagrado acto señaló que “es impresionante ver como las iglesias de este pueblo son las que reúnen a sus hijos; aquí tienen sus raíces, aquí tienen su identidad. Cómo no dar gracias a las auto¬ridades porque este templo sea levantado y vuelva a cobijar a los hijos de esta tierra”.”.

Asimismo, Sixto Llañes, en representación de la comunidad agregó que “en nombre de la comunidad estamos muy contentos de comenzar esta restauración, son años que queremos ver nuestra Iglesia nuevamente en pie y hoy iniciamos esta etapa final, agradezco al Gobierno Regional, al Ministerio de Obras Públicas y a su Dirección de Arquitectura por las gestiones que han realizado para cumplir un sueño que los habitantes de Sipiza tenemos hace nueve años”.

Por su parte, el “Por su parte, el Intendente Cartes, destacó la fe de las familias que aún permanecen en el pueblo y las dificultades que vivieron antes que el camino fuera habilitado. “Yo fui testigo del esfuerzo de los habitantes por llegar hasta aquí, subir y bajar a pie esta quebrada que no tenía la ruta para llegar en vehículo, yo mismo la recorrí siete veces”, explicó la primera autoridad, que en su labor como funcionario del MOP, ayudó a con¬cretar la habilitación de la ruta.

Además, aclaró que este tipo de obras, “aportan con la descentrali¬zación, porque los recursos no solo se invierten en las grandes ciuda¬des, sino que también en poblados como Sipiza, que están vivos gra¬cias al cariño que sus habitantes tienen por esta tierra”.

Palabras que fueron complemen¬tadas con al alcalde de Huara, Carlos Silva, quien además recalcó “estamos cerrando una etapa de la reconstrucción de nuestras iglesias patrimoniales. Fueron 10 las que se construyeron y que se iniciaron en el primer periodo de la presidenta Michelle Bachelet, por eso nos ale¬gra que estemos terminando esta iglesia en su gobierno y confiamos en que nuestra iglesia de Huara también ingrese a este proceso de reconstrucción”.

Reconstrucción

Respecto a las obras, el seremi del MOP, Sergio García, indicó que “al desarrollar el proyecto hemos asumidos dos conceptos originalidad y diferenciación, conservaremos los vestigios que son significativos representantes de una tradición constructiva y plantearemos la utilización de técnicas de cimentación contemporáneas, como expresión cultural propia de nuestra época, reflejados en el empleo de estructuras de perfiles metálicos, como base del sistema sismo resistente”.

La ejecución de la Iglesia está a cargo del MOP y su presupuesto de $675 millones proviene del Gobierno Regional. Ésta consta de 611 metros cuadrados y se compone de la nave del templo y su torre campanario anexa (Nave: 600.01 m2 y Torre: 10.8 m2).

Actualmente la Iglesia presenta derrumbes y grietas superficiales tanto en su pórtico como en sus muros laterales, como también desprendimiento de estuco y cornisas, dejando a la vista elementos decorativos de años anteriores. Por su parte la Torre Campanario presenta grietas en su muro de base, pérdida de masa de la segunda mesa y caída total de la tercera, su retablo presenta deterioro en su cornisa ubicada en la parte alta, y tanto la base del altar como el tabernáculo se mantienen como testimonio del altar.